Como última tarea, yo he elegido la Opción #1. Una reflexión sobre las herramientas para la igualdad como empleada pública.
En mi caso no puedo aportar mucha experiencia personal como empleada pública, dado que hace pocos meses que lo soy. Y, por suerte, no he tenido situaciones de discriminación por ser mujer, ni he visto ninguna. A pesar del poco tiempo trabajado, ya he estado en dos organismos diferentes, y en ambos el porcentaje de mujeres superaba al de los hombres. Tampoco creo que exista diferencias de salario entre hombres y mujeres en mi ámbito. Ni he visto diferencias de trato. También creo que los porcentajes de representación de mujeres con cargos directivos va en aumento, y mucho gracias a la obligación por la ley, pero aún así mejora.
No obstante, considero que hacer este tipo de cursos hace tener una perspectiva diferente de lo que hace falta, pero lo que veo que puede que tenga que cambiar es la mentalidad de algunas personas. Eso únicamente se puede hacer con formación, o educación para las próximas generaciones. Y aplicar las herramientas que se van desarrollando en el ámbito de la igualdad entre hombres y mujeres, y la no discriminación por cualquier razón.
Otra cosa es el trato al ciudadano que, por descontado, debe ser igualitario en todos los ámbitos y sentidos.
Por tanto, creo que el trabajo no está únicamente las herramientas que puedan darse o crearse, sino que se utilicen y utilizar la formación que se nos da para aprender; sino que en el ámbito familiar es muy importante que esos valores trasciendan e ir provocando un cambio de mentalidad en las generaciones futuras. Pero para eso se necesita tiempo, aunque ya hay mucho camino recorrido.
Éste ha sido un curso muy enriquecedor que me ha hecho ver que cualquier actuación de la administración, sea la que sea, puede significar un cambio en cuestión de igualdad entre el hombre y la mujer.
